A golpes de silencio voy viviendo.
A golpes de dolor, que hiere y mata,
mi vida va pasando, cual errata,
sintiendo que sin ti me estoy muriendo.
Cual gota de rocío que se escancia,
cayendo, suavemente, desde el cielo,
me llega tu esperanza y tu consuelo
y colman mi vivir en la distancia.
¿Qué sería de mí y de mi cordura,
sin poder abrazarme a tu dulzura,
sin poderme amarrar alma con alma,
y desde suaves brisas mensajeras…
enviarte en la noche mis quimeras,
que tú tornas, amor, en dulce calma?