Las prisas del mundo nos llevan a un paso acelerado, que
pasamos desapercibidos.Esos pequeños detalles que alimentan el alma. Detenernos
tan solo unos minutos Para vernos directamente a los ojos de la gente que
amamos o bien para darnos un buen abrazo y asi disfrutar de su irremplanzable presencia.Requieren de algo tan sencillo como
verdaderamente importante,y consiste en el simple hechode regalarnos un poco de
nuestro espacio y poner un letrero al mundo que diga..
TIEMPO PARA EL ALMA…POR FAVOR…
...NO MOLESTAR.